Me encuentro en la necesidad de publicar lo que hemos escrito a Pullmantur en su encuesta de satisfacción, recibida el 3 de julio de 2016, un día después de regresar de Rostock, ciudad final del crucero realizado por los fiordos noruegos. Como veréis, en algunos momentos, parece que estoy hablando con ellos, la razón es simple, les estoy diciendo las cosas a la cara de la manera que ellos me han dado para dar mi opinión. Este texto ha sido enviado a nuestra agencia de viajes y ellos se encargarán de hacérselo llegar a Pullmantur por la vía que ellos mismos indican en repetidas ocasiones en su página de Facebook.
Tenemos muchas quejas respecto al servicio prestado. La
capacidad organizativa del personal del crucero ha sido lamentable.
1) En primer lugar, empiezo con lo que pasó la semana anterior
a la partida. Nos cancelaron dos excursiones pagadas con un mes de antelación
por motivos nada claros. Mi sospecha principal es que debido a un error
informático (¿?) el pago de las excursiones no fue detectado y aprobado por
Pullmantur hasta OCHO DÍAS después de que efectivamente se realizara. Esto me
hace pensar que en esos ocho días se agotaron las excursiones y ya no nos
pudieron meter en ninguna.
- En la excursión de la carretera de los Trolls en Alesund,
hubo agencias a las que sí les dio tiempo a hacerla.
- En la excursión del Tren de Flam, hizo un día espectacular
y había gente haciendo la vuelta caminando y en bicicleta, con lo que no
entiendo muy bien la EXCUSA de que hubo desprendimientos.
2) Pullmantur ha demostrado una capacidad innata para
acumular a toda la gente a la MISMA HORA y en el MISMO SITIO para todo. Los
horarios de los restaurantes han sido muy limitados y lamentablemente
escogidos. De esa forma, casi todos los días gran parte de la gente tenía que
desayunar/comer/cenar a la misma hora. Ejemplos:
- En Geiranger abrieron los restaurantes a las 7:30 y las
excursiones empezaban a las 8:15
- En Bergen (miércoles) abrieron solamente el buffet de la
cubierta 11 con la excusa de que "había solo 100 personas que no tenían
excursión". Nosotros éramos 2 de esos 100, y cuando fuimos a comer había
por lo menos 500 personas peleando por la comida.
- En general, lo que yo tenía entendido por un TODO INCLUIDO
significa que tengo la posibilidad de comer lo que YO QUIERA a CUALQUIER HORA.
Hemos acabado de pizza margarita y de bocadillos de una loncha de jamón del
mercadona hasta la coronilla. Algunos días también disfrutamos de las sobras de
los dulces que ponían en el desayuno (véase tartas, bizcochos…)
3) Respecto a la calidad de la comida, deja muchísimo que
desear. Vayamos por partes:
- En los desayunos, unas peleas increíbles por conseguir pan
tostado, yo el primer día ya desistí y opté por coger los panecillos para
hacerme las tostadas (sin tostar el pan)
- Las tortitas y las filloas, frías, secas y asquerosas. Solo
las cogí el primer día y el chocolate me dio hasta ardores (frío como un
témpano y asqueroso, básicamente era agua con polvos de cacao y azúcar, mucha
azúcar)
- El café para vomitar. Con un 90% de españoles en el barco,
no sé cómo se atreven a poner solamente café AMERICANO. Por supuesto, zumo
natural, 1€. El zumo incluido, de polvos y aguado.
- El buffet de mediodía, lamentable es poco decir. La comida
fría, muy poca variedad, por no decir que ninguna.
- No se puede poner un redondo de ternera asado Y NO PONER
NINGUNA SALSA. Eso era como un chicle o como una bola de carne incomestible.
- Lo del arroz es para hacérselo mirar. No entiendo como
TODOS los días sacaban un arroz tan malísimo. La sensación al comerlo era que
lo habían sacado de un cubo de agua fría, totalmente aguado e insípido,
asqueroso es un adjetivo bastante benévolo. Lo peor del menú.
- Todos los platos principales del buffet adolecían de ser
sabrosos: albóndigas duras como piedras, salmón pasadísimo (noruego no era),
carnes secas, patatas mal cocidas, mal fritas, verduras pasadas. Prácticamente
nos dedicamos a comer queso y poco más a mediodía.
- TODA LA COMIDA FRÍA, INSÍPIDA. Estamos en Noruega y ¿no son
ustedes capaces de poner nada en el menú que nos diga dónde estamos? ¿Solo se
les ocurre poner jamón de calidad ínfima, chorizo revilla y salami del
mercadona?
- La comida en la cena de calidad era buena. Pero vuelvo a lo
mismo, somos españoles y de cocina mediterránea sabemos. Esperábamos un poco
más de cocina noruega más adaptada al lugar en el que nos encontrábamos. La
cantidad de algunos platos era ínfima, solo hasta el último día no nos
enteramos de que podíamos pedir dos primeros o segundos platos.
4) Mi enhorabuena por la política de "Save the
waves" pero, lo siento, no la cumplen en absoluto. ¿Dónde se ha visto que
en una política ecológica toda la vajilla sea de plástico? ¿Saben de dónde
viene el plástico y lo que tarda en biodegradarse? ¿Creen ustedes que los
clientes sabían que los vasos y platos no se debían tirar a la basura?
5) Mi impresión es que ha habido recortes de personal a
mansalva. Ha tenido que ser eso, el personal estaba muy poco simpático e
irradiaba amargura por los cuatro costados, no se les notaba alegría ni ganas
de trabajar. Eso a nosotros no nos ha afectado en demasía, salvo un
encontronazo con un camarero el penúltimo día.
Explico lo que pasó: resulta que tenemos un poco de decencia
y de civismo y consideramos que un buffet no es coger comida a puñados y
después ya veríamos si nos la comemos o no, nosotros preferimos coger comida de
poco en poco y si necesitamos más, hacer más viajes (vuelvo a repetir que casi
toda la gente iba a la comida como si se aproximara el apocalipsis zombie). Otro
dato es que en las mesas hay unos puntos con una cara roja y otra verde, para
indicar a los camareros y al resto de gente que hay gente comiendo en esa mesa
y que no ha terminado. En fin, que en uno de nuestros viajes a recoger comida
(entre el primer y el segundo plato) dejamos el punto rojo y a la vuelta nos
encontramos con el camarero recogiendo los platos (bien) y los cubiertos (MAL).
Mi mujer le dice educadamente al camarero que por lo menos deje los cubiertos,
que habíamos dejado el punto rojo y no habíamos terminado de comer. Pues no se
le ocurre al hombre otra cosa que soltar todo (=ARROJAR) encima de la mesa de
muy malos modos. En ese momento, llegué yo a la mesa y me encontré con ella
paralizada y a punto de llorar. Si me pilla segundos antes, y lo veo en
directo, no sé qué hubiera pasado, pero bueno, yo estaba de vacaciones e
intentando trivializar todo lo que habíamos visto en el barco y pasar una buena
semana. Pero esto fue el colmo.
Tras terminar de comer, bajamos a recepción a preguntar por
el jefe de personal de los restaurantes, al que contamos lo sucedido. Nos pidió
disculpas hasta la saciedad, no tenemos queja de él. Solamente nos pidió que le
informaramos acerca de la identidad del sujeto del restaurante. Si lo necesitan
saber, su nombre era Tiburcio Martínez (este es el camarero), el jefe de
personal se llamaba Roberto (y no recuerdo el apellido). Imagino que se
llevaría una buena reprimenda.
6) La escasa animación. Para nosotros la animación no ha
existido y todo estaba orientado a que nos gastáramos más dinero en los
productos que ofrecían a bordo (bingo, spa, cremas, etc) y no realmente a
divertir a la gente. Ha sido demasiado evidente hasta dar la impresión de que
estábamos allí de manera regalada y sin haber pagado un euro. Me parece que
pagar 3500€ por el crucero hubiera merecido pasar un tiempo a bordo algo más
divertido. Si no llega a ser por las espectaculares vistas que hemos visto...
Pero eso no lo pone Pullmantur, eso está ahí y hay muchísimas otras opciones
para poder verlas. En general, la animación muy cutre y repetitiva, la palabra
es monótona, no había ningún sitio donde personas de entre 25 y 45 años
pudieran pasar un rato divertido (música entre bailes latinos y música española
de los años 70, véase tipo Manolo Escobar, Rafaela Carrá, Camilo Sesto y demás…).
7) Vuelvo al tema de las excursiones para comentarles lo que
ocurrió en la subida al Púlpito (Preikestolen). Esa excursión se tendría que
haber suspendido y tendrían que haber devuelto el dinero. Hizo un día de
perros, el camino estaba muy peligroso. En el momento de la llegada al púlpito
granizó y llovió lo que no está en los escritos. ¿Cuántos guías fueron? Creo
que conté 4 guías para unos 300-400 personas, de las cuales muchas de ellas de
más de 50 años. De hecho, yo no vi a ningún guía por el camino, salvo a la
chica que iba con el grupo de los "lentos" (sin ninguna
identificación, salvo que la conocía de vista). Han tenido ustedes una suerte
increíble de que no pasara nada. Nuestro guía no explicó absolutamente nada,
incluso nos dijo que el camino eran TRES KILÓMETROS en lugar de la realidad
(SON CUATRO KILÓMETROS). Este hombre contó en varias ocasiones a la gente con
el autobús ya en marcha y no nos pidió identificación en NINGUNA OCASIÓN salvo
en la primera vez... ¿Qué pasó? que se liaron con los papeles de la excursión y
no les cuadraba la gente que iba en el autobús.
8) Con respecto a los camarotes, no tenemos demasiado que
decir, salvo que nos dio la impresión de que limpiar, lo que se dice limpiar,
limpiaban poco. Nuestro camarero un poco cansino como queriendo quedar bien
pero no le alcanzaba. Incluso hubo un día que nos regañó porque le dejamos la
cartulina en ROJO y le habíamos descolocado en su orden de trabajo. Resulta que
a mí no me gusta dejar libre la habitación hasta que realmente no voy a entrar
más hasta la tarde y, aunque no esté en ella porque he subido a desayunar,
tengo que volver a entrar y no quiero encontrarme con que tengo que esperar a
que el camarero termine de estirar las sábanas. Soy muy cuidadoso de utilizar a
mi interés la tarjeta de la habitación y no puede haber un camarero que me diga
lo que tengo o lo que no tengo que hacer. Llevo muchos años yendo a hoteles y
jamás me he olvidado de poner el cartel en verde en la habitación para que el
personal realice su trabajo.
9) Prácticamente la animación ha sido inexistente. La mayor
parte del tiempo en el barco la hemos pasado en cubierta viendo los paisajes y
bebiendo caipirinhas. El día de navegación fuimos a ver lo que llamaron
olimpiadas y olimpiadas matemáticas y más cutre no pudo ser. Esto está muy poco
trabajado. Aparte, toda la animación, la música, los bailes, etc. orientados a
gente de 55 para arriba, con lo que los pobrecitos de los treinta, nos
aburrimos sobremanera en el barco.
10) No tuvieron ustedes ni un detalle con nosotros que éramos
recién casados y qué menos que dejar algo en la habitación para recordarlo. Por
el contrario, habíamos pagado una botella de cava desde la agencia de viajes y
tuvimos que reclamarla hasta TRES VECES, dos en recepción y una tercera a la
agencia de viajes.
11) Un detalle lamentable fue el último día hacernos salir
del camarote a las 7am, cuando ni siquiera el barco había llegado a su hora a
la ciudad. De hecho, casi ningún día pudimos salir a la hora que ponía que
tenía que llegar el barco. Eso sí, acumular gente para salir, su especialidad.
Dudo mucho que volvamos a contratar un crucero con
Pullmantur. De todas formas, somos unas personas que nos adaptamos bien a lo
que haya, pero nos quedamos con la impresión de que el servicio prestado no
cubre ni el 70% de lo pagado. Han ido ustedes a la pela y han olvidado muchas
reglas básicas de dar un servicio excelente, y menos adecuado al precio que el
cliente ha pagado por el servicio.