Ya en octubre empecé entrenando 4-5 días semanales, había perdido todo el tono muscular y casi todo el fondo. A pesar de eso, el 14 de noviembre estaba en la salida del cross de Huelma, con 10 kilos de más y con menos entrenamiento que Falete. De todas formas no fue mal la cosa y acabé llegando en un ritmo de 4:55 que para ser Huelma y su altitud no estuvo del todo mal.
Después, con un poco más de continuidad pude seguir entrenando pero con la desgracia de que empezó a molestarme un poco el gemelo, viejo conocido. Esta molestia conocida era una sobrecarga que me hizo bajar un poco el ritmo de los entrenos y aumentar las sesiones de gimnasio. Así llegué al Trofeo Akiles en Madrid, el 13 de diciembre en el que cumplí el objetivo de bajar de 47' acabando la carrera con muy buenas sensaciones.
Después vuelta para Jaén para correr el cross de La Garza, el que más me gusta del circuito, aunque con las molestias del gemelo se quedó en una discreta actuación, con un ritmo de 4:50 y consiguiendo un puesto 18 (10 puntos menos que en Huelma)

Ahora llega la San Antón, saldré de detrás, disfrutaré la carrera como nunca, sin preocuparme de la marca y del ritmo, simplemente corriendo por sensaciones. Ya habrá años en los que el estado de forma acompañe.
Y, después, el gran desastre organizativo de Úbeda... y segundo cambio de planificación para poder estar en ese cross... el 23 de enero ya me había apuntado a un cross aquí en Madrid pero bueno, las prioridades son las de completar el circuito y Úbeda es una cita que no puedo eludir. Espero que no pase como otros años y las inclemencias meteorológicas no obliguen a rizar el rizo.
Nada más que contar por ahora...
Nos vemos en la San Antón.
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