lunes, 17 de enero de 2011

Crónica San Antón

XVIII Carrera Urbana "Noche de San Antón" - Jaén, 16 de enero de 2011

Sobre las seis de la tarde, me dispuse a ponerme los pantalones y el chándal para andar hacia la salida de la carrera. Había quedado con la gente del club de atletismo al que pertenezco (doble nacionalidad) para echarnos fotos de familia. Junto a mi, mi nerviosa madre, segunda participación en la carrera. Al final, llegamos un poco tarde a la cita ya que paramos en casa de unos amigos que también corrían. El caso es que en esta carrera corre muchísima gente conocida.

A las siete ya estábamos en el lugar de la cita, un poco más arriba de lo que yo esperaba con una tienda de campaña para poder cambiarnos a gusto. Total que en 2 minutos me quito el chándal y me pongo la camiseta con el teléfono de la esperanza de Jaén y me voy a calentar un ratito, hasta las 19:30 momento en el que nos disponemos a ir al cajón para, al menos, coger un buen sitio en la salida.

Muchos menos problemas de los que yo esperaba en el cajón, ya que abren toda la valla y entramos prácticamente en pelotón. Quizá el año pasado tuve problemas porque tenía dorsal federado y la entrada allí sí es algo más complicada, para que nadie se cuele. Una vez dentro, avanzamos por la izquierda quitándonos unas 10-15 filas de gente de encima hasta que ya no podemos avanzar más por allí.

Unos 10 minutos más tarde ya nos pasan el control de salida con código de barras y nos ponemos en la posición de salida ("en sus puestos") y casi inmediatamente quitan la separación con los atletas federados, avanzando unos pocos metros más.

Presentaciones de atletas de élite, este año bastantes menos.

Y pistoletazo, doy al botón del cronómetro al pasar por el arco y casi sin creérmelo ya estoy corriendo por la Avda. de Andalucía. Un poco después de la salida adelanto a mi madre, se ha colocado brillantemente por delante de mí.

La carrera la hago a un ritmo cómodo sin ir a jopo tendido, pensando en las cuestas, en la Avda. de Madrid y en la cuesta de la Alcantarilla. En la Avda. de Madrid empiezo con la sonrisa fácil y tonta que siempre me pone esta carrera. Mi preferida, la San Antón, la carrera a la que nunca faltaré si la salud me lo permite.

Y gente, venga a adelantar gente, y venga gente a adelantarme a mi. Esto de viajar en el pelotón principal es lo que tiene, que hay gente. Y también gente en los laterales, animando rodeando a los corredores, ¿qué puedo decir de la cantidad de gente en la entrada al túnel y el embudo de gente en la salida. En el túnel, los corredores gritando, un ruido ensordecedor, maravilloso.

Tras la sorpresa de que la Avda de Madrid se me hace más larga que el año pasado, es lo que tiene correr más lento, llego a la Avda. de Granada, cuesta abajo, no pierdo ritmo, alargo algo de zancada, lanzo la cadera hacia delante, adelanto a bastante gente hasta llegar al cruce que he de tomar a la derecha hacia la Plaza de Toros y la Alameda, menos gente animando aquí... el cambio no ha gustado mucho a la gente de Jaén, creo que sería más conveniente la calle Tablerón, la solución a los pivotes igual sería una valla de las amarillas, de esas que tanto gustan al Ayuntamiento.

Ya de vuelta al recorrido habitual, en Adarves Bajos, la gente no decepciona, pelotón de corredores encerrados en una marea de gente animando. Esta calle se hace rápido, la mayor parte es cuesta abajo y al final se convierte en una pequeña subida que culmina en la cuesta hacia la Plaza de San Francisco, no me ha parecido mucho más pendiente que la de los Escuderos y más corta, con la gente animando más apelotonada y dejando menos espacio a los corredores para correr. Esto obliga a bajar un poco el ritmo, aunque los gemelos y los cuádriceps lo agradecen. Me recordó a esos pasajes de las vueltas ciclistas de alto porcentaje en la pendiente en los puertos iniciales de las etapas de montaña, que los ciclistas suben a tren y en pelotón sin desatar las hostilidades.

Después ya llega el momento de correr, todo cuesta abajo y con olor a meta. Ya vas más rápido de lo que has planeado, pasas a toda máquina por calles míticas de la carrera: Bernabé Soriano, Plaza de la Costitución, Paseo de la Estación, Plaza de los Jardinillos, Millán de Priego, pasas por el hospital general, y todo rodeado de gente, de niños que te ofrecen sus palmas para chocar los cinco, que, aunque aún no lo sepan, están respirando el aire de una fiesta, de la fiesta de San Antón, que no se extinga nunca, que esos niños dentro de 6-7 años estarán en ella y serán partícipes.

Barrio de Santa Isabel, menos gente animando ya que estamos cerca de la meta y de la Avda de Andalucía y si lo ves ahí ya no lo verás en donde los corredores necesitan más aliento. Pero los corredores no se detienen, la cuesta abajo es casi infinita, y llegamos a la calle paralela a la Avda Andalucía donde los carros de fuego empiezan a sonar, allí está carrilero, coche abierto de para en par, y los carros de fuego sonando estridentes en la calle. Toca arrebato, vamos a por la Avda de Andalucía tras el final apoteósico de la cuesta abajo en la carrera, la curva final hacia la avenida, casi 6 filas de gente tocando las palmas y la curva, la mejor curva de la carrera, la meta al final de la vista, al final de las luces de Navidad, la emoción vuelve a subir a la cabeza, las piernas se mueven más rápidas de lo que uno quisiera, 30 metros después la cabeza ordena tranquilidad, que la avenida es larga y tiene su pendiente. Este año no esprinto, miro a ambos lados, veo a la gente, les aplaudo, este año disfruto cien por cien de la avenida de Andalucía, este año disfruto cien por cien de mi carrera, de la que nunca falla, de la San Antón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mejor no se puede describir la Carrera. Es exáctamente eso. Enhorabuena.

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