viernes, 8 de julio de 2011

La séptima Tapia

Un día especial. Un día que ha estado en mi cabeza desde el pasado viernes, primero de julio. Un día de emociones disparadas, de miradas perdidas, ojerosas, cómplices, de pensamientos cruzados, de miradas que ellas solas comprenden, animan, dan palmadas en las espaldas. Un día de abrazos sentidos, de palabras, de sentimientos, de lágrimas que escapan. Un día de homenaje a la amistad. Un día que por tan completo que ha sido, estaba incompleto en cuerpo, pero no en presencia. En resumen, un día especial de Tapia.

Recuerdo la primera tapia de este año, este último año y el 2010 no nos hemos podido ver tanto como desde que nos conocimos, menudo abrazo nos dimos, no hubo muchas palabras. Hubo abrazo. Y sin mediar palabra me diste la llave de tu coche, me “regañaste” a mi para que cerrara bien, yo siempre cerraba bien tu coche. Era la rutina, yo llegaba, me cambiaba en tu coche y al final guardaba mi macuto en tu maletero. Y cerraba. Mi rutina tapiera, mi pequeña ceremonia de llegada al punto de encuentro.

Y todas esas carreras, en muchos puntos de la geografía de la comunidad de Madrid en la que hemos coincidido, en las que me dejaba en la puerta de mi casa, casi sin pedírselo, muchas de las veces salía de él mismo. “– Oye, ¿te llevo a casa?”.

Y cuantas ‘Chanas’ o ‘Hurdes’ en las que siempre llegaba puntual, el primero, salvo las veces en que el impuntual de biquingo (yo) llegaba tarde. Porque cuando íbamos al bar de ‘La chana’ me recogía en el metro Pavones, y me llevaba a cuerpo de rey al bar. Y muchas veces, al terminar de cenar, se volvía a ofrecer para acercarme a casa.

Han sido 5 años de amistad, de buena amistad, de momentos vividos y compartidos que nunca podrán ser olvidados. Como detalle adicional, puedo comentar la forma en que nos conocimos en persona (ya llevábamos compartiendo comentarios en el foro de Carreras Populares un tiempo). Fue un 21 de mayo de 2006 en la carrera popular de Colmenar Viejo. Es un pueblo bastante lejano de donde yo vivía, pensando en que había guardarropa en la carrera, resulta que eran unas taquillas en las que había que poner 50 céntimos. No soy muy previsor y no tenía suelto en ese momento. Pero ahí estaba él: - Toma, biquingo. Y me dio los 50 céntimos. Así era él. Generoso.

Ayer llegué con tiempo al punto de encuentro, con el nudo en el corazón. Nada más pasar la puerta de abajo del Parque de Atracciones ya preví que no iba a ser una tapia cualquiera, primer momento en que me emocioné, cuando al fondo ya vi a los primeros tapieros: Malagueta, Paco entre ellos. Aguanté como pude la emoción. Había comprado unas cervezas para el post, uno de los tapieros se ofreció para guardarlas en una nevera.

Tras unos minutos, escuchando la conversación de los tapieros y contestar escuetamente que andaba un poco regular de ánimo. No podía hablar mucho, porque la cabeza estaba dándome vueltas. Había llegado el momento más temido, llegar y que Óscar no esté, por primera vez en todas las tapias en las que he asistido.

El siguiente momento duro fue la llegada de Yonhey, otro forero y tapiero con el que los tres hemos compartido infinidad de carreras y de quedadas en los bares mencionados. Nos dimos un fuerte abrazo y bueno, ahí dejé mi macuto, en su coche, tras no pocas aperturas del maletero.

Mientras tanto, la gente seguía llegando, yo creo que esta tapia ha batido records de asistencia. Mucha gente que hacía mucho tiempo que no venía a la tapia, allí estuvieron para rendir un homenaje a nuestro amigo Óscar.

Y, unos minutos antes de las 7:30 aparecieron los padres de Óscar. En bicicleta, vinieron en bicicleta desde Getafe, para pasar el tiempo y ver por sus propios ojos la cantidad de gente que quería a su hijo. Fue impresionante verlos tan enteros, imagino que la procesión va por dentro. Tras las palabras de Luis Lozano, la madre dedicó unas palabras a la multitud que allí nos encontrábamos, dando las gracias por tan bonitas palabras que se han dedicado a su hijo y homenajes como la entrada de Mildolores en meta en el Tristar o la victoria de JoseFélix en la carrera del Orgullo, el pasado domingo.

¿Qué decir de Josero? Menudo tío. ¡Y cómo lo quería a Óscar! Nos dimos un abrazo fortísimo, estuvo a mi lado durante toda la explicación de Luis Lozano y de las palabras de Milagros (la madre de Óscar). Muchas gracias, Jose, eres un gran amigo.

Como parte de toda esta tapia, hubo un entrenamiento, una charla sobre los tendones importantes en nuestro deporte. Pero, eso fue secundario en el día de Óscar.

Os dejo un vídeo donde Nemocorredor les dedica unas impresionantes y muy emotivas palabras a Óscar y donde los tapieros guardamos un minuto de silencio en homenaje y en recuerdo a él:

Fue un minuto de silencio impresionante, Óscar estaba ahí en espíritu, se comunicó con nosotros a través de la naturaleza, al principio del minuto una paloma se oyó alzar en vuelo, y al final una ráfaga de viento movió las hojas de los árboles.

No te olvidaré nunca, amigo. Hasta luego, Óscar. Cuida de nosotros allá donde estés.

3 comentarios:

yonhey dijo...

Seguirá con nosotros en todas las carreras y con todas nuestras cervezas.
Un abrazo Luis.

Marce dijo...

Debe haber sido muy duro. Espero no tener que vivir algo así en muuuuucho tiempo.

Un abrazo

FOTOS DE MARIVI dijo...

QUE EMOCION AL RECORDARLO....

Etiquetas

Atletismo (85) Cine (2) Cross2016 (6) Holanda (7) Libros (1) Música (1) Opinión (4) Otros temas (4) SeriesTV (7) Tapia (14) Turismo (13)