En fin, tras un par de kilómetros de calentamiento (para algunos), de lucha contra el GF305 que parecía luchar contra sí mismo para mantenerse despierto, al final el 'sueño' venció y se quedó apagado durante todo el entreno, llegamos a donde antes hubo una cabaña (del Romeral) y un pequeño jardín, junto con unos árboles plantados y cuidados por los tapieros hace unos cuantos años y que el alcalde arrasó hace unos cuantos años menos.
Allí, Lloz nos explicó un poco la tradición de la tapia de los jueves, y es que había 14 atletas nuevos y quiso explicar por qué un grupo de gente se juntaba los jueves para entrenar y después cenar en la Casa de Campo de Madrid. También nos habló un poco sobre economía del corredor en la charla del día. También explicó el entrenamiento y lo puso como series de 10 x 1000m. En realidad, para los que íbamos un poco más lentos fue un Interval Training con cambios de 3 minutos a 3 minutos y medio (como no llevaba reloj no pude regularizar el entreno).
Video Charla Lloz
Los primeros cuatro cambios se me hicieron durísimos. El terreno era muy irregular y la pendiente ascendente y continua. Además, los dos primeros los hice hablando con Bruguera sobre la San Antón. A partir del cuarto, ya no hablé más en los cambios y los hice un poco más serios. Esto hizo que mis descansos no fueran tales, simplemente, anduve durante 10-15 metros antes de que se diera el pistoletazo para la siguiente 'serie'.
El quinto cambio resultó ser sencillo porque coincidió con una de las bajadas del Alpino que hicimos la semana pasada. El sexto cambio también fue en llano, relativamente, aunque tenía parte de subida, creo que en este fue donde tuvimos que pararnos a andar para pasar por una vereda bastante bonita y estrecha. El séptimo cambio fue brutal, acababa en una subida pronunciada y las piernas ya estaban algo tocadas, además creo que este cambio duró un poco más de rato.
En los tres últimos cambios, la pendiente era claramente descendente, así que me decidí a apretar el ritmo un poco más, para acabar en el MP con muy buenas sensaciones.
Después, me cambié de ropa, me puse el chándal y la camiseta seca, me bebí una cerveza, comí un par de cosillas y Óscar me llevó amablemente a Villaverde para coger el autobús de Valdemoro, donde llegué a las 22:45.
Una tapia más, bato el récord de siempre yendo a 3 tapias seguidas. El próximo jueves, será la cuarta.
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