lunes, 20 de junio de 2011

XVI Media Maratón de Burgos

Este fin de semana he disputado una media maratón, el retorno a mi distancia preferida. He de decir que, aunque ha sido mi peor marca en la distancia de mi vida, he vuelto a disfrutar de lo que significa una media maratón: los nervios previos, el día de antes, el turismo, las tapas, etcétera.



También me ha servido para valorar mucho más lo que hacía hasta hace un par de años, cuando bajaba de 1h30' sin 'apenas dificultad', gracias a los duros y continuos entrenamientos durante todo el año. Esta temporada me ha costado entrenar muchísimo, y claro, se ha notado en mi forma de ir a las carreras, más con la idea de dar continuidad a los entrenamientos que con la idea de competir.

Hoy, 20 de junio de 2011, es el primer día de la pretemporada 2011/12 en la que espero volver a ser el que fui hace dos años. Aumentaré los días de entrenamiento semanales a 5 ó 6 y me cuidaré un poco más en cuanto a las comidas.

En cuanto al fin de semana, ha estado muy bien, aunque no empezara de la mejor forma esperada. El sábado tras un madrugón brutal (5am) llegamos con mucho tiempo a la estación de Cercanías de Valdemoro. Cogimos el tren y en Pinto algo o alguien interceptó la vía del tren, con lo que Renfe amablemente nos dejó tirados en Pinto. Tras los cabreos pertinentes, nervios y demás, los padres de Yolanda vinieron a por nosotros a las 7am y nos llevaron a Chamartín en coche.

A partir de ahí, todo perfecto. Llegada a Burgos a las 10:20 y al hotel a las 11:30. Muy cercano a la catedral y a la zona de tapas. He de comentar que todos los pinchos estaban muy ricos, el vino Ribera del Duero muy bueno. Nos pateamos prácticamente todo el casco antiguo de la ciudad y sobre las 19h de la tarde fuimos al hotel a descansar un poco y yo me puse las zapas para ir a trotar los 35 minutos de rigor con 8 rectas progresivas de 70-80m. Menudo sitio tienen en Burgos para entrenar en verano bajo un denso bosque de pinos y sobre tierra.

Por la noche, fuimos a cenar también de tapeo aunque alguna ración cayó... Después volviendo al hotel nos encontramos un pub donde nos echamos una copita, aunque yo me tomé un Aquarius.

Todo eso con un frío de principio de primavera y un viento del norte que nos dejó bastante helado. Parecía que el verano no había llegado a Burgos.

Al día siguiente, nos levantamos para ir a desayunar, ya una vez preparado el chip y el dorsal en la camiseta. Sobre las 8:45 ya estábamos en la línea de salida y empezamos a buscar a crusti y Yonhey para darles sus dorsales y chip. Afortunadamente, no tardé más que 10 minutos en dar con ellos. Resulta que olvidé mi móvil en el trabajo el viernes y no tenía forma de contactar con ellos. Fue la única vez que los vi.



El día amaneció bastante más caluroso que el día anterior, el viento se había parado y el sol calentaba bastante. El circuito, pensado a 3 vueltas y un poco, transcurría en un 85% bajo la sombra de los árboles que rodean la ribera del río Arlanzón, por lo que el calor no se notó en exceso.

Estas carreras formadas por vueltas a un mismo circuito se me dan muy bien, porque refuerza mi idea de cómo regular en una carrera. Me ha servido mucho toda la experiencia acumulada y me he dado cuenta de que la cabeza aún piensa como atleta. Estoy muy contento por ello. En la primera vuelta, realizada a un ritmo de 4:58 pensé que podría apretar un poco en las últimas dos. Este cambio de ritmo fue totalmente inconsciente, simplemente las piernas cada vuelta iban un poco más rápidas que en la anterior. Al final, mi reloj marcaba 1h44'09" y una distancia de 21320 metros, ritmo de 4:52 min/km. Creo que la midieron por la acera y no por la carretera, de ahí el pico que les salió de más, o también que mi GF305 se desviara un poco. En conclusión, la carrera es apta para hacer marca, si no te van mal dar vueltas a un circuito.

Lo mejor del circuito es que no te sacaban fuera del centro urbano de Burgos, se pasaba por la catedral, donde los turistas y los que había por allí te animaban mucho.

Después, tras intentar encontrar a crusti y Yonhey de manera infructuosa, Yolanda y yo nos dispusimos a despedir a Burgos como se merecía, con una ingesta de vino y tapas, con la que comimos y nos fuimos a la estación de Autobuses, donde a las 17:30 iniciamos nuestra vuelta a Valdemoro, donde llegamos a las 21:45.



Fin de semana completo de los que hay que disfrutar cada cierto tiempo.

2 comentarios:

El crusti dijo...

La próxima con más rato. Enhorabuena, poco a poco vas volviendo a la senda de tiempos.
A mi me midió 40 metros más pero la verdad es que el paso por cada punto kilométrico iba pinchado, supono que el 305 no midió muy bien.
Un abrazo y gracias por el favor
Santi

biquingo dijo...

Os dejo el enlace a las clasificaciones:

Clasificaciones

Yo he quedado el 447 de 699.

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